26 oct 2011

Sensaciones del Camino

Italia es un país que no me resulta para nada ajeno. Suelo encontrarme en situaciones que se asimilan mucho a situaciones de mi cotidianidad. O bien al ver o conocer a alguna persona, se me viene algún amigo a la cabeza. Sin ir mas lejos tante anteayer como ayer vi a un chico que me hacia acordar al queridísimo Nico Seligman y no por su aspecto físico, sino por la forma de hablar. Salute Nico!!!

O las calles, los edificios. Si bien estas sensaciones de proximidad y afinidad estuvieron presentes desde que me tome el barco hacia Roma, estuvieron a flor de piel cuando llegue a Napoli. Durante los tres meses y medio que estuve en Sardegna fantasie con Napoli, y todas esas expectativas se acumularon hasta mi final llegada a Napoli. Como ya había contado en una anterior actualización de viaje, el origen de mi apellido es propiamente de Napoli - mi bisabuelo nacio en Sorrento, un pueblo a una hora de distancia-. La reputación de medio chanta medio pillo de los napolitanos, esas imágenes que varios italianos me había hecho escuchar de una Napoli con calles desbordadas de basura, esa forma de ser franca sincera, de corazón y apasionada; todos elementos de un imaginario social que tiene gran parte de verdad. Un napolitano es napolitano, no es italiano.  Este mismo fenómeno regionalismo lo sentí en Sardegna y también en Sicilia, desde donde les estoy escribiendo. La unificación italiana fue un artefacto, desde mi punto de vista, con fines netamente económicos. Entonces, un napolitano es un napolitano. Bastaba decir "Ciao" para iniciar una bella conversación con un desconocido. En cada conversación gozaba de una doble ovacion, realmente fui muy mimado. Esto sucedia cuando decía que era argentino. Es en ese momento, en que emerge un monumento a Diego Armando Maradona, el jugador de futbol que le dio a un equipo de futbol devil del sur casi todos sus campeonatos. Hay fotos suyas por todos lados y cuando digo todos lados digo todos lados. Hay inclusive, no me acuerdo como se dice, como un altar, donde detrás de un vidrio hay un mecho de pelo en teoría suyo. Lo vi, me parecio demasiado claro… no lo se. Davide, un napolitano con que nos hicimos amigos cantaba:

"Dale, dale, dale/dale, dale,dale/ dale, Boca

Dale, dale, dale/dale, dale,dale/ dale, Booo"

No se si alguno reconoce la canción, se canta en la cancha. Cuestion que es la melodía de un canción típica napolitana.

La otra ovacion la recivia al contarles cual era mi apellido. En Napoli hay quichicientos Espositos, y mas de una vez contando esto a alguien resulto ser que mi interlocutor también era Esposito. Ademas, el apellido era puesto a todos los huérfanos que eran dejados por sus padres en la iglesia por no poder darles de comer. Mi apellido, sumado a mi nombre, que también hay miles brunos, me hacia napolitanisimo. De hecho en una fiesta conoci a un Bruno Esposito que estaba cumpliendo años. Pegue muy buena onda con gente del hostel donde estuve y con un grupo de napolitanos. Anduvimos de fiesta por lugares como a los que hubiera ido en Buenos Aires, muy loco. Estando en Napoli, que me encanto como pueden darse cuenta, también me encarinie mas con Buenos Aires. Fue como un recontrar/me. Comi mucha Vera Pizza Napolitana, y también helado. Subi al volcán Vesuvio –inactivo ahora-, fui a la iglesia donde estaba la rueda donde eran puestos los huérfanos que se apellidarían Esposito, me meti al mar, salte de acantilados, camine por sus angostas calles que asi como me hacían acordar al barrio de San Telmo también me hacían acordar a Nueva Delhi. Desbordes de sinceridad. Como es, es. Hay un dicho haitiano que dice "Moi c'est moi", yo soy yo –aca y donde sea-, otro pueblo sincero.

            Bueno, me la pase hablando de Napoli. Estoy en Palermo, la capital de Sicilia, la isla al extremo sur de Italia. Dentro de algunas horas sale mi vuelo con destino a Barcelona. Antes de llegar a donde ahora estoy, estuve en Roma, luego en Napoli, Sorrento –tengo muchísimas cosas para contar de Sorrento, puff. Hable con la mitad del pueblo buscando el modo de encontrar algún familiar que haya quedado en Italia. No lo logre, sin embargo me divertí porque conoci mucha gente, porque realmente era movilizante toda la búsqueda, imaginarme que yo podría haber nacido allí. Podria haber nacido allí? Mmm, me parece que no, cada ser es producto de una unión única, y asi es cada uno, único. Encontre que Sorrento es la capital mundial del lemoncello, licor artesanal que hacia y vendia sin tener la mas minima idea de la procedencia de mis ancestros, un flashhh-. Merece mas líneas Sorrento. Luego estuve en Positano, un pueblo colgado en las montañas en la costa Amalfitana, cruce a Sicilia, estuve un dia en la ciudad de Messina, y me fui a Catania. Que bella ciudad!!! No tenia ni idea que había. Asi me esta sucediendo bastante en el viaje -me informe muy poco, con sus pro's y sus contra's. De hecho mi partida a Barcelona fue decidida hace 3 dias- En catania conoci a Marco, un persona que me hospito en su casa, una maza, un copado el y sus amigos. Luego me vine a Palermo que esta buena, y ahora, como ya dije, a pocas horas de ir a Barcelona. Una ciudad que siempre me llamo mucho. Me acuerdo cuando escuchaba de chiquito el tema de Freddy Mercury con Monserrat Cavallieri (es asi?) titulado "Barcelona", decía "guau" tengo que ir a ese lugar. Luego la vida y muchos seres queridísimos que anduvieron o andan por allí, también me subrayaron la ciudad. Llego a la 1:45 horas de la madrugada del lunes para caer a la casa de mi carísimo Arielito, hermano de rutas y emociones. Tengo algunas ideas de por donde va a seguir el viaje pero nada seguro, a "seguro" se lo llevaron preso.

Estoy volviendo para mediados de noviembre, con muchas pilas y ganas de activar movidas copadas, hay bastantes ganas de volver también. Una de esas cosas, va a ser la venta de ropa. Estoy volviendo a Bs As con mucha de la bella ropa que vendia en Sardegna –Primavera & Verano 11/12 -, asique llegado el momento planificare las cosas, se los hare saber y agradeceré su difusión.

Feliz y agradecido por todo, me preparare ahora un arrocito que me llevare al aeropuerto, para decirle a Italia "a dopo" /hasta luego/ y seguir con mi rumbo.

Como siempre,

 

Abrazos del Alma, /Abracci della anima,/

 

Bruno.



PD: Actualizacion: ya me encuentro en Barcelona (el mail lo escribi hace 2 dias), en giro por la ciudad con Ari.

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