Para empezar

Había una vez un chico que se llamaba Bruno. Una vez que terminó la escuela secundaria en el 2002 dijo “ahora mando yo” y empezó a ir descubriendo poco a poco que es lo que quería hacer en su vida. Se inició en la carrera de Ciencias de la Comunicación Social en la UBA, empezó a un curso de teatro y tuvo su primera incursión en el mundo laboral entrando en una radio para atender teléfonos y ayudar en lo que fuese. Cada tanto vendía botellas de lemonchelo artesanal que producía, actividad a la que se dedicaba desde su 5to año de la secundaria. Al año siguiente se encontró cursando el 1er año de la carrera (post CBC), trabajando en la radio ya desde otro lugar, había comenzado a hacer la columna de espectáculos. Ese año le comenzó a dedicar más tiempo a todo lo relacionado con el teatro: clases, ensayos, castings. Había encontrado una de sus pasiones. Realizó sus primeros trabajos actuando en 2 publicidades y la venta de licor parecía haber desaparecido de su vida.

Durante ese mismo año mientras realizaba dichas actividades, iba brotando en él deseos de viajar, irse lejos. Para fines de ese año se encontró festejando navidad y año nuevo en Estados Unidos, país a donde fue a trabajar en un centro de ski durante 3 meses. Irse a Estados Unidos fue el primer paso de un viajero en iniciación.

Volvió a Argentina y continuó con la facultad pero no así con la radio. El teatro se lo había comido casi todo, tomaba clases con su grupo y ensayaba junto a ellos lo que iba a ser una variette que mantuvieron durante medio año. Si bien ya había realizado algunas muestras teatrales, esta era su primera experiencia actoral que implicaba un trabajo constante, que se transformó en mucha felicidad y placer. Iba a muchos castings publicitarios y pudo desempeñarse en varios comerciales. La investigación artística y el deseo de expresarse lo llevan a tomar un curso de fotografía llevándolo a descubrir una nueva pasión, dibujar con luz.

El bichito viajero interno seguía creciendo. El 24 de diciembre de ese año (2006) se fue para volver recién un año después. El destino fue Nueva Zelanda. Vivió y trabajó allí durante 10 meses, para luego viajar por Asia durante 2 meses. Una experiencia alucinante en la que descubrió muchas cosas de sí mismo y de la vida, diversas formas de vivir, lugares, y gente de todo el mundo. Al volver a su pais retomó la facultad, que fue un fuerte estimulo a la creación de este blog, y continuó con sus actividades teatrales. Vuelve a la venta de licor artesanal pero ya no de lemonchelo, sino de Baileys artesanal (licor de crema irlandesa) y crea su propia empresa Ricores (“Ricos Licores”).

Hace ya un par de meses que tenía la necesidad de transmitir varias de estas cosas y muchas más, por lo que crea este blog. Un blog de historias, sentimientos, deseos, ideas, anécdotas, reflexiones, fotos, información y lo que valla surgiendo.